Exitosa corrida mixta de Zea estado Mérida

Rafael Orellana cortó una oreja

César Vanegas y Jesús Enrique Colombo

Triunfadores del ciclo ferial de Zea

Todo un éxito artístico resultó el festejo mixto celebrado en la localidad de Zea, estado Mérida el pasado 28 de Septiembre donde actuaron los diestros Julio César Vanegas, Rafael Orellana y el Niño Torero de Venezuela Jesús Enrique Colombo.

Se corrieron toros de las Rancho Bravo y San José de Bolívar en tarde agradable con tres cuartos de entrada que permitieron a la Empresa Taurina Hermanos Colombo mantener el ritmo de festejos organizados con calidad y cumpliendo con lo ofrecido a los aficionados que ratificaron la necesidad de mantener en las ferias de los municipios taurinos del Táchira y Mérida a esta empresa que durante la temporada andina presentó encierros con edad y peso al mejor estilo de las plazas de primera.

Abrió plaza Julio César Vanegas, triunfador de la Feria de Nuestra Señora de Regla en Tovar, con una faena memorable, que repitió en la plaza de Zea ante un toro catalogado en el mundo del toro como un “Tio”, porque pesaba 540 kilos de capa colorada, la que lanceó elegantemente a la verónica y luego con la muleta cuajo tandas templadas con mando y suavidad que le rubricó con un soberbio espadazo que le permitió recibir de manos del alguacilillo por orden de la presidencia dos orejas muy bien obtenidas, a base de entrega y valor.

Rafael Orellana, en su lote logró meterse en los terrenos del toro, arrimarse y desplegar todo el conocimiento de los terrenos del toro al que lidió con mucha entrega y tranquilidad para arrancar los olés de los aficionados que retribuían con palmas la voluntad del torero que salió a ganarse los trofeos, pero, desafortunadamente por un fallo con la espada sólo pudo pasear un trofeo por el ruedo.

Tarde de indulto

Para colocar la guinda a la gran tarde de toros, se corrió en solitario un becerro de san José de Bolívar, hierro tachirense, para Jesús Enrique Colombo, quien ejecutó con mucha cadencia y delicadeza lances a la verónica presagiando algo mejor para la muleta, donde entendió al becerro como debía llevarle en el ruedo y le hilvano muletazos muy templados marcados por la continuidad y sobre todo sin apresurarse a hacer las cosas que le permitieron llegar a la cumbre de la faena al indultar al becerro y recibir los trofeos simbólicos como justo premio a una labor de merito del “Niño Torero de Venezuela” que ha bordado la temporada con este gran triunfo.

Said Cárdenas

Fotos: Freddy Ramírez