jueves, 20 de octubre de 2011

Plaza Portátil

La vida de los taurinos en cualquiera de sus estratos tiene un sin fin de anécdotas que llevará consigo a la tumba, son muchos los que aparecen por estos días con la partida de Bernardo Valencia. En el cotarro taurino , las reuniones de amigos convertidas en improvisadas pero leales "peñas" de tertulia sólo se habla de la capacidad del nacido en tierras carabobeñas.

Bernardo fue una figura en toda la dimensión de la palabra, zanjó una división entre él y los que no querían ser protagonistas en el toro, de España se vino con la mente puesta en conquistar su Venezuela, la colonizó feria a feria con la importancia de las mejores plazas del mundo. Para él era igual actuar en una Plaza Portátil que una Monumental, en el Nuevo Circo, o la Maestranza y eso lo hizo grande, Bernardo Valencia fue el primero que descubrió a los "enemigos del toro", esos que se enquistaron hoy día en puestos de empresarios, comisiones taurinas, aficionados mangones y asesores que llevaron a las fiesta brava en Venezuela a vivir sus últimos días como ocurre actualmente, porque será cuestión de uno o dos años que se recuerde la corrida de toros en el país como un espectáculo que generó recursos para pocos y alegría para muchos.

Era recio de carácter Bernardo a la hora de imponer su criterio ante los empresarios mediocres que acabaron con la fiesta brava. En Chivacoa estado Yaracuy, vi por primera vez el sello de su firmeza para imponer respeto por el traje de luces, con la plaza portátil hasta la bandera, en llenazo insuperable el seudo empresario apareció sin dinero, con maletín en mano intentó negociar la presencia del diestro en el ruedo y con la tenacidad de su temple le dijo que no iba a salir hasta que no le pagara su actuación, el empresario se burló de la afición y el gran torero venezolano impuso su decisión y no salió al ruedo.

Desde ese día hasta el final de su carrera se mantuvo firme en sus decisiones, aguantó y superó a todos su rivales en el ruedo, en su natal Valencia fue contratado por un empresario para el debut del Cordobés en esa plaza, el español como es costumbre de esos toreros irresponsables que acabaron con la fiesta en el mundo a costa de millones mal ganados, tal y como lo hace las mal llamadas figuras actualmente que visitan Venezuela y lo primero que exigen es novillos engordados, adelantados, ostensiblemente despuntados.

Ese Cordobés que traicionó a todos los que le ayudaron según relata el Pipo en su libro, Bernardo Valencia le hizo tragar su osadía de anunciar en el cartel "El Cordobés y dos más", eran tiempos de necesidad para el valenciano, tuvo que calarse el irrespeto en el papel con la complacencia del empresario, pero, en el ruedo puso tierra de por medio y salió triunfador esa tarde con el apoyo de los suyos, mientras los aduladores de oficio, costaleros de reconocida data económica tuvieron que doblegarse como es su costumbre ante el petardo del español, cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia actualmente.

Son muchos los recuerdos que sembró para los toreros venezolanos Bernardo Valencia, a muchos los enseño a invertir sus ganancias de una temporada, a nos morir sin un duro luego de ser castigados por las cornadas de los toros y las más duras, las que da la vida. De todo momento dejó una enseñanza, la más reciente la compartió con Jesús Enrique Colombo quien empieza a dar pasos agigantados en los ruedos.

En la pasada Feria Internacional de San Sebastián Bernardo compartió con sus amigos esa fuerza, ese ímpetu que lo llevó a ser la primera figura de Venezuela, relató Valencia como se ganó la vida de maletilla y como administró el triunfo cuando lo tuvo en sus manos, e inclusive contra un personaje negativo del toro le dio una muestra de su coraje cuando intentó desmeritar sus años como matador.

Hoy da su última vuelta al ruedo Bernardo en la Monumental de Valencia, la misma donde alternativo a su hijo Sánchez Valencia el día de su despedida y donde será recordado por siempre como el Torero de la Emoción, por eso en la partida de un grande, sólo con la música callada del toreo se entiende que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Paz a tu alma Bernardo.

saidmoanack@gmail.com

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