domingo, 18 de marzo de 2012

Plaza Portátil

Finalizada la temporada venezolana son muchos los factores que son sometidos al análisis de los aficionados taurinos de Venezuela, los verdaderos aficionados, los que se apasionan y asisten a las corridas de toros con la ilusión de ver astados en edad peso, trapio y pitones respetados por los ganaderos, autoridades y por los toreros que son los garantes que la fiesta se mantenga viva.

Desafortunadamente estos parámetros en nada se cumplen, son vulnerados los más intrínsecos valores taurinos en el afán por quedar bien ante las mal llamadas “figuras”, estas que se convirtieron en “sicarios morales” de la fiesta brava son los culpables del acabose que vive el toro en Venezuela, sólo por referir a las plazas del país donde ocurren cualquier tipos de desmanes para garantizar el nombre de un torero que es atractivo para el público.

Por muy buena intención que tengan los empresarios por montar una feria de tronío con nombres de primera es imposible porque son mucho los factores que generan el molesto ruido y dan al traste con la posibilidad de montar una campaña decente. El problema empieza con la contratación del torero, en ese viaje a España los empresarios deben calarse los malos tratos, los caprichos, las vulgaridades de los toreros y las exigencias más aberrantes de los toreros españoles.

El apoderado empieza exigiendo fechas, que los toros sea novillos, eso si engordados para aparentar que torean un toro, los pitones despuntados al máximo para evitar que esos mediocres indignos mal llamados “figuras” no vayan a salir lesionados en una corrida cumplida en América.

Después de ese dialogo con el apoderado que son tipos mala personas viene el vía crucis con el torero ejemplo, El Fandi, El Juli, Enrique Ponce, Manzanares, Rivera Ordoñez, Cayetano Rivera y otros tienen ese tipo de exigencias y otras como el exigir para torear en Venezuela que no les incluyan en el cartel a un torero venezolano que los pueda hacer quedar en ridículo, es decir, que pueda arrimarse por el hambre que tiene de triunfar, por ello les dicen tienes que contratar a este torero español para que me abra plaza y a este venezolano para que me cierre, no metas a este venezolano en la feria, inclúyeme a este torero español en los carteles porque yo lo ayudo en España y eso si no me pongas a torear el domingo a cerrar la feria, de lo contrario no vienen, muchas veces los empresarios para cumplir con sus ofertas a los concejales que les otorgan la concesión tienen que calarse ese tipo de aptitudes totalmente despreciables.

Cumplidos con esos requisitos vienen la espera del factor suerte o de la disposición del torero, que finalizada la temporada española tengan las ganas de venir a cumplir con su contrato o de lo contrario hacen que les firmen un parte médico para salirse del paquete y no venir o como ocurrió en otros años hacen un pacto con el empresario para que los anuncien como contratados para la feria cobran un dinero por dejar su nombre en los carteles y luego aducen que no pueden comparecer por problemas de salud, eso lo han hecho muchas veces esas mal llamadas figuras.

Todos estos ingredientes desafortunadamente son las causas generalizadas que no se pueda sostener una temporada seria en Venezuela, las soluciones son varias una montar la feria sin esos nombres, la segunda traer toreros que cumplan con la afición y que aguanten la mecha de ser protagonistas en feria de renombre y no como sus colegas que se llevan cual hampón miles de millones de bolívares con esos contratos mil millonarios de 150.000 de 200.000 y más dólares que les son cancelados uno sobre el otro por aparentar y hacer ver que son toreros. Son nefastas situaciones de la fiesta que se ocultan en oscuros intereses económicos y que pueden ocasionar la desaparición de las corridas de toros en Venezuela.

La primera acción para cumplir y depurar de estos sujetos que son unos delincuentes que acabaron con la fiesta de los toros en el país es apoyar a las empresas que monten las ferias nacionales asistiendo a las plazas así no estén anunciados los nombres de esas mal llamadas “figuras” que no son otra cosa que los verdaderos enemigos de la fiesta. Por el momento es todo, motivos extrasensoriales obligan la despedida, ya volveremos con más desde el tendido de esta plaza portátil.

saidmoanack@gmail.com

Solicitan investigar delitos

Periodistas taurinos, cronistas

y comentaristas en lucha

Durante la pasada Feria de San Sebastián y del Sol en Mérida se presentaron dos situaciones que generaron molestia en el mundo periodístico taurino por una irresponsable falta de respeto a la profesión y al ejercicio de ella.

La primera ocurrió en San Cristóbal con la contratación de un sujeto de nombre Juan Miguel Lamarca y la segunda en Mérida con otro individuo de nombre Javier Hurtado, estos sujetos de los cuales no se tienen documentos legales y autorización del Colegio Nacional de Periodistas para el ejercicio de la profesión violaron flagrantemente la ley de ejercicio y la leyes de la república.

Los individuos protegidos por personajes vinculados a los gobiernos regionales y nacionales a pesar de las solicitudes hechas a las autoridades, contaron con el padrinazgo y protección de otros elementos para cometer el delito de ejerecer ilegalmente la profesión.

El primero de ellos Lamarca sin llenar los requisitos para trabajar en una estación de radio se convirtió en perifoneador de oficio como otros del país y el segundo Hurtado fue impuesto a la fuerza por un dinero de inversión de una empresa en un diario de circulación en el estado Mérida sin protesto ni rechazo por parte del CNP Mérida que se quedó de brazos cruzados ante este hecho delictivo que debe impedirse en el futuro con mecanismos legales.

Desde diferentes frentes nacionales se escuchó la queja, pero, esta no fue atendida a tiempo, según la investigación que se adelantó se pudo conocer que estos sujetos fueron traídos por un grupete de aficionados que sirven en atenciones a un club taurino apodado Bienvenida que viene a cada feria a disfrutar e imponer toreros bajo ciertas prebendas conocidas en el mundo taurino como “mangar”. SC



Se une a la causa del Perú

El Nóbel Mario Vargas Llosa

Defiende las corridas de toros

Un grupo de artistas, intelectuales y personajes de la cultura peruana suscribieron un manifiesto en defensa de las corridas de toros como "una tradición profundamente arraigada en el Perú criollo, mestizo y andino".

El manifiesto tiene entre sus firmantes al premio Nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa y a su colega Alfredo Bryce Echenique y señala que los toros "representan un elemento central de las fiestas patronales que, a su vez, operan como mecanismos integradores y de cohesión social y cultural" en su país.

"Las corridas de toros son un espectáculo de masas que no generan manifestaciones violentas, ni actos vandálicos, agresivos o de fuerza dentro o fuera de las plazas de toros", señalan en respuesta a uno de los argumentos de los movimientos antitaurinos, que cada vez ganan mayor protagonismo en el país.

Entre los más de cuarenta firmantes también aparecen el jurista Diego García Sayán, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), el reconocido cineasta Francisco Lombardi y el periodista Francisco Miró Quesada Rada, director del diario El Comercio.

Según su declaración, las corridas de toros no fomentan "una cultura de violencia entre los jóvenes, como se pretende afirmar", sino "más bien, valores y capacidades humanas como la valentía, el heroísmo, la superación ante las adversidades, entre muchas otras".

Señalan, en ese sentido, que piden "que se respete la libertad y el derecho de todos a asistir o no a las corridas de toros" y de inculcar a sus hijos la cultura taurina y aseguran que respetan "a quienes no disfrutan de la fiesta brava y cuya sensibilidad, entendemos, no les permite apreciarla".

"Del mismo modo, no aceptamos la intolerancia de quienes propugnan su prohibición. Rechazamos todo intento por abolirla y restringir su desarrollo, así como cualquier actitud que pueda liquidar esta tradición que, como todas, evoluciona por sí sola y que perdurará mientras los pueblos sigan apreciando su contenido y su estética", remarcan.

Los firmantes concluyen que "es deber del Estado promover y difundir el arte y la cultura, y no, como pretenden ciertos sectores intolerantes, proscribirla con argumentos falaces".

Foto 1: Mario Vargas Llosa en una corrida de toros junto al Rey de España Juan Carlos

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