lunes, 18 de junio de 2012


Expectativa por José Tomás

La Gran afluencia de público caracterizó la apertura de las taquillas de la plaza de toros de Badajoz (oeste del país) para adquirir las entradas sueltas que se pusieron a la venta de la Feria de San Juan, cuyo principal atractivo es el debut esta temporada del diestro José Tomás.

Durante toda la noche hubo en los alrededores del coso aficionados haciendo cola o pernoctando en furgonetas, coches o tumbonas, esperando la ansiada hora de apertura.

Entre ellos Eduardo López, un pacense que llegó a la cola a las seis de la mañana y que confirmó que había gente esperando la apertura de las taquillas desde el día antes.

No obstante, pese al "madrugón", Eduardo López solo pudo adquirir las entradas de tendidos de sol, que son "para algunos compromisos", ya que él ya había adquirido un abono para toda la feria.

La puesta a la venta de las entradas de cada festejo se produce después de que el pasado 8 de junio se iniciase la renovación de los abonos para la feria pacense, que ha permitido a muchas personas tener un sitio "preferente" de cara a la primera corrida de la temporada del diestro de Galapagar el día 25.

Los aficionados están convencidos de que las entradas para ese festejo, cuyo cartel completan Juan José Padilla y Julián López "El Juli" se agotarán hoy y recordaban que esta expectación es similar a la que en su día levantó la alternativa del diestro portugués Pedrito de Portugal, con masiva presencia de aficionados lusos.




El apunte

La reaparición del diestro madrileño se une a la presencia de grandes figuras del toreo como Antonio Ferrera, que se encerrará con seis toros, o José María Manzanares.


Iván Fandiño corta la única oreja

La plaza de toros de La Malagueta (Málaga, sur del país) ha recuperado la Corrida de la Prensa en un festejo en el que se anunciaban seis toros de Marques de Domecq para Antonio Barrera, Iván Fandiño y David Mora.


El triunfador de la tarde fue Fandiño, que un día después de su encerrona en Bilbao paseó una oreja del quinto de la tarde, un toro que le planteó dificultades en el inicio de la faena. Se le coló por el pitón izquierdo, e incluso estuvo a punto de cogerle. Al regresar a la derecha, le tragó los arreones y terminó por ligar las series en redondo.

Tras cerrar la faena con manoletinas, logró una gran estocada que le sirvió para pasear el apéndice. Antes, su primero volvió a los corrales por inválido. Le sustituyó un sobrero de Esteban Isidro con múltiples complicaciones. Recortó en el capote por los dos pitones, llegó gazapón a la muleta, y terminó por dar arreones; por lo que el espada de Orduña optó por abreviar.

Antes, Fandiño había protagonizado un bonito tercio de quites con Antonio Barrera, con chicuelitas y gaoneras, respectivamente. Pero ese primer toro de la tarde desarrolló nobleza a la par que falta de fuerza. Barrera estuvo voluntarioso, pero la faena no pudo alzar el vuelo.

Algo parecido sucedería en el cuarto, que manseó en los primeros tercios y que le propició dar dos tandas en redondo al inicio de la faena. Duró muy poco y partir de ahí sólo hubo pundonor. Lo intentó con la zurda, circulares invertidos, e incluso pretendió un arrimón cuando el del Marqués huyó despavorido a tablas.

Completaba el cartel David Mora, que se estiró a la verónica en su primero y cerró con una bonita media. Las tandas en redondo fueron limpias y templadas, aunque faltó la emoción que no tenía el toro. El último fue un toro sin fuerza ni casta que incluso llegó a echarse durante la lidia. Lo mejor fue la certera estocada final. EFE

El resumen

Se lidiaron cinco toros del Marqués de Domecq, correctos de presentación y descastados en general, y un sobrero (2º) de Esteban Isidro, manso.

Antonio Barrera: 2 pinchazos y estocada (silencio tras aviso) y pinchazo y estocada caída (silencio tras aviso)

Iván Fandiño: media estocada y estocada (silencio tras aviso) y estocada (oreja)

David Mora: estocada corta baja y descabello (saludos) y estocada (silencio)

La plaza registró un cuarto de entrada en tarde agradable.



El Acero no funciona

Una brillante faena de Damián Castaño, adornada por las mejores virtudes toreras, entiéndase valor y temple, firmeza y seguridad, variedad y hondura, sin embargo, con mala rúbrica en la suerte suprema, fue lo más destacado de la novillada celebrada hoy en Las Ventas.



Dos novilleros ya curtidos, Castaño y Jiménez, el primero de los cuales promete mucho, mientras que el otro apenas progresa. El debutante valenciano Duque, todavía verde en algunas cosas, sin embargo, se da buen aire y también se adivina futuro en él.

La novillada, desde el punto de vista ganadero, ha tenido de todo, algunos astados muy válidos. Y aunque "el marcador" no registra trofeos, la tarde tuvo matices muy interesantes. Lo más rotundo, la actuación de Castaño, con muchas cosas muy buenas. Torero a tener en cuenta.

A un paso de la alternativa, proyectada en la próxima Feria de Gijón, a mediados de agosto, Castaño se ha mostrado muy maduro y con personalidad.

Hermano menor del gran Javier Castaño, el toreo revelación de final de la anterior temporada y de lo que va de ésta, su padrino de doctorado, no va a necesitar la sombra del apellido si tiene suerte y es capaz de desarrollar lo bueno que apunta.

El novillo que abrió plaza, noble pero con el freno de mano echado, sin terminar de entregarse, le obligó mucho. Damián estuvo tesonero y con mucho aguante, cobrando incluso una voltereta al quedar descubierto por el viento. Todo lo hizo a base de valor y coraje.

Lo mejor vino en el cuarto. Una faena perfectamente conjuntada, honda y con exquisito poso. El astado respondió en la distancia corta, y ahí estuvo el Castaño menor (de edad, que no de atributos), muy quieto y muy seguro, y en muy poco espacio. Temple, ligazón y arrogancia, toreando en una baldosa.

Sorprendente la serenidad y capacidad del novillero salmantino, cuyo estilo también dejó atisbos de notable torería. El concepto de lo clásico, reposado y con ajuste. Ése es el camino sin quiere ser competencia de su hermano.

Aunque todavía tiene Damián Castaño una asignatura pendiente con la espada. Así, lo que cambia la película: de haber matado a este cuarto novillo con una contundente estocada, le hubiera cortado las dos orejas, y no que al final recogió un aviso.

Bien también, aunque en otro aire, el debutante valenciano Duque. Se dio buena maña frente al tercero, novillo amable por el lado derecho. El sexto apenas le permitió estar delante por el escaso empuje que tenía, obligándole a un proyecto de parón que no fue a ninguna parte.

Con el peor lote, y al tiempo confuso de ideas y con poco ánimo, Jiménez no resolvió nada.


El resumen

Tres novillos -primero, tercero y quinto- de Domínguez Camacho; dos -segundo y cuarto- de Antonio Palla; y un sexto bis, sustituto de otro de la anterior ganadería, de La Campana. Conjunto bien presentado y de juego muy desigual.

El mejor, el cuarto, aplaudido en el arrastre; fue bueno también el primero aún faltándole empuje; y se dejó mucho por el derecho el tercero; segundo y quinto, más deslucidos; el sexto, descastado y sin fondo.

Damián Castaño: pinchazo a toro arrancado, otro hondo y seis descabellos, echándose por su cuenta (silencio); y cuatro pinchazos, estocada desprendida y dos descabellos (silencio tras aviso).

Javier Jiménez: media desprendida con derrame (silencio); y tres pinchazos y estocada (silencio tras aviso).

Jesús Duque: estocada desprendida (aviso y ovación tras petición de oreja); y estocada desprendida (silencio).

En la enfermería fue intervenido bajo anestesia general el banderillero José Luis López "Lipi" de "herida en la cara posterior del tercio superior del muslo izquierdo, de quince centímetros, que produce destrozos en músculos vasto externo e isquiotibales. Pronóstico menos grave. Fue trasladado a la clínica madrileña La Fraternidad".

La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde agradable.



Terna triunfadora

Gran tarde en Bilbao  

Una corrida muy completa en Bilbao, la segunda de la conmemoración del 50 aniversario de la plaza, en la que Ponce salió a hombros después de desorejar a su segundo astado, mientras que Talavante ha cortado una oreja también a cada toro de su lote y Padilla se ha llevado igualmente un trofeo.


Ponce anduvo suelto y suficiente en el toro que abrió plaza, que no obstante no permitió profundizar por su falta de entrega.

El cuarto fue un gran toro, aún en el límite de la raza y las fuerzas. Y ahí estuvo la maestría de Ponce, dándole muchos desahogos hasta lograr afianzarle, para terminar toreándole a placer. Había estado bien con el capote, pero con la muleta fue el acabose. Lo fundamental tuvo mucha enjundia por el temple y la limpieza, y más allá de la estética y la plasticidad, incluso la hondura.

La plaza lo vivió con especial entusiasmo. De modo que al entrar la espada a la primera el presidente no tuvo más alternativa que atender la petición del doble trofeo.

Padilla, torero también muy querido en esta plaza donde ha sumado muchos y notables triunfos, se vio arropado en todo momento por el calor del tendido.

En justa correspondencia, la actuación del jerezano fue de una entrega absoluta, como lo prueba su variada intervención con el capote desde la larga cambiada en el recibo a su primero, los lances posteriores y el galleo por chicuelinas para poner en suerte. Y las banderillas, un clamor, sobre todo al cerrar el tercio con un par "al violín".

Muleta en mano siguió siendo Padilla un auténtico torbellino, con pases de todas las marcas, aún sin poder bajar la mano por las pocas fuerzas del animal. La estocada dio paso a la oreja.

El quinto fue toro aparentemente más fuerte, y sin embargo terminaría defendiéndose por su endeblez. Un animal deslucido con el que Padilla sólo pudo justificarse.

Talavante se encontró con un primer toro con buen son y movilidad, al que lanceó a pies juntos con muy buen estilo antes de una faena de muleta en el que el principal argumento fue el toreo a derechos y un emotivo arrimón final.

No fue fácil el sexto, con el que Talavante se esforzó mucho para cogerle la velocidad y así terminar domeñándole. El toro a menos, hasta terminar agarrado al piso, pero el torero en actitud siempre atacante. El final en las cercanías fue muy emocionante, decisivo para que el público pidiera con insistencia el doble trofeo, que, sin embargo, el presidente no concedió.

El resumen

Toros Domingo Hernández y Garcigrande, bien presentados y de notable juego, aunque con matices.

Enrique Ponce: pinchazo hondo y dos descabellos (silencio tras aviso); y estocada (dos orejas).

Juan José Padilla: estocada (oreja tras aviso); y dos pinchazos y media (silencio).

Alejandro Talavante: estocada (oreja); y estocada (aviso y oreja con petición de la segunda).

Asistió al festejo el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que recibió brindis de Ponce y Padilla en los toros primero y quinto, respectivamente.

La plaza tuvo media entrada.



Apoteósica corrida en San Juan del Río

Con una buena corrida en la que los mexicanos Oscar Sanromán, José Mauricio, Mario Aguilar y el rejoneador Alejandro Cendejas, se repartieron siete orejas, comenzó la feria de San Juan del Río, en el central estado de Querétaro.
Con tres cuartos de entrada se lidiaron siete toros de Santiago, en carnes correctas y que han sido manejables en líneas generales.

Sanromán, oreja y dos orejas.

José Mauricio, oreja y ovación con aviso.

Aguilar, dos orejas y ovación.

Cerro plaza Cendejas, que cortó una oreja. Sanromán y Aguilar salieron a hombros.



Una oreja cada uno en Tijuana

Los diestros mexicanos José Luis Angelino y Salvador López, cortaron una oreja cada uno, en la segunda corrida de la temporada en la norteña plaza de Tijuana, en la que se fue en vacío Alberto Espinosa.
Un cuarto de entrada y se lidiaron seis toros de San José, bien presentados, algunos faltos de fuerza, pero con buen estilo.

Angelino, palmas y una oreja.

Espinosa, aplausos y palmas.

López, oreja y silencio con aviso.





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