martes, 26 de junio de 2012


Miguel Ángel Perera de alta

El torero Miguel Ángel Perera fue dado de alta en la clínica Altollano de León al norte de España, donde estuvo ingresado desde el domingo tratándose la lesión cervical que se produjo toreando el pasado día 22 en Alicante (este), pero aún se desconoce la fecha de su reaparición.

Redacción
La Tauromaquia

Perera, que sufrió contusión sin desplazamiento de la séptima vértebra cervical, debe recuperarse también de la grave cornada de 23 centímetros que recibió en la cara posterior del muslo derecho, que afectó a tres músculos (sartorio, semitendinoso y semimembranoso) aunque sin tocar vasos principales.

La herida en la pierna "está cicatrizando bien y cada día va teniendo mucho mejor aspecto", pero el problema ahora es saber cuándo estará recuperado al cien por cien de la lesión cervical, "pues aunque el TAC al que fue sometido ayer descartara una posible intervención quirúrgica, es una dolencia que tarde en curarse", informaron  fuentes familiares.

"Por lo pronto va a tener que guardar como mínimo una semana de reposo absoluto, llevando un collarín, a la espera de que la lesión vaya remitiendo poco a poco, y será entonces cuando Miguel Ángel vuelva a entrenarse y pueda establecer con más precisión los plazos de recuperación y su vuelta a los ruedos", añadió la fuente.

Miguel Ángel Perera resultó herido durante la faena de muleta a su primer toro, de la ganadería del Puerto de San Lorenzo, el pasado viernes en Alicante, cuando en la segunda tanda por la derecha al astado se venció y le hirió en el muslo, propinándole además una fuerte voltereta, de la que cayó de cabeza en el ruedo.

No obstante, Perera se mantuvo en el ruedo con la pierna ensangrentada hasta dar muerte al animal, al que acabó cortando las dos orejas, para pasar a continuación por su propio pie a la enfermería de la plaza.

Una vez estabilizado, el torero pacense fue trasladado a la clínica Perpetuo Socorro de Alicante para ser intervenido de una cornada de más de 20 centímetros de pronóstico grave.

Perera quedó ingresado tres días más hasta que comenzaron a surgir los dolores en la zona cervical y continuos mareos, provocados por la fuerte voltereta que sufrió, momento en el que el torero, de forma voluntaria, optó por desplazarse a León para ser tratado por expertos en este tipo de lesiones.





José Tomás y "El Juli" en gran tarde de toros

El torero José Tomás volvió a los ruedos con un triunfo grande de tres orejas y una inmensa dimensión de su toreo, saliendo a hombros junto al "Juli", que cuajó también una gran tarde al desorejar por partida doble a sus dos toros en Badajoz.



No fue una corrida habitual por las connotaciones mediáticas que la rodeaban. El hecho de estar José Tomás influyó mucho en la manera de plantearla, en su desarrollo y en la forma de verla.

Para empezar, la gente que llenaba la plaza como pocas veces se ha visto el coso de Badajoz desde su inauguración hace 45 años, había venido fundamentalmente por José Tomás. Todo estuvo, por tanto, en función de las evoluciones del mítico torero.

A Padilla le apremió el público en su primero para que abreviara en vista de que el toro no daba mucho de sí. Toro, sin embargo, que apuntó calidad, pero con el que se cebó el picador en el caballo. Un desmedido castigo que se acusó en la muleta.

El toro quería ir por abajo, pero quedándose corto y apagándose enseguida. Padilla no tuvo más remedio que aligerar su labor después de tres tandas por la derecha que no pasaron de lo superficial.

Muy motivado por el triunfo que llevaban ya los compañeros, en el cuarto salió Padilla a "revientacalderas" con larga cambiada en tablas y lances de mucha vehemencia. Esta vez puso tres pares de banderillas en ambiente de clamor.

La faena de muleta, con el toro a menos, sin embargo, mantuvo buen nivel, toreando con cadencia, pasándoselo muy cerca, sobre todo en el parón final. Hubo también desplante y espaldinas de rodillas. Lo que se dice Padilla en estado puro. De ahí la oreja pese al pinchazo que precedió a la estocada.

El primero de José Tomás salió corretón, abanto y yéndose suelto, hasta que lo pudo fijar el torero en el mismo platillo, con una especie de medias chicuelinas, de manos bajas, de poco ajuste y mucho gusto.

El picador midió mucho el castigo en varas, y aún así flojeó a la salida del puyazo y hubo protestas, aunque más que blando lo que pasaba es que el animal andaba descompasado.

Tomás abrió faena de muleta con tres estatuarios y un recorte con fondo de olés. En las primeras series a derechas el toro perdía las manos por abajo y protestaba por arriba. Así que no apretó Tomás en las dos tandas siguientes.

El toreo fue ligado y limpio, pero todavía de poco ajuste. Toro sin ritmo, de poca clase, sin ninguna transmisión, embistiendo de puro trámite. Daba la sensación de que faltaba astado cuando el que "se apretó" fue el torero, pegándose un arrimón de mucha quietud y despaciosidad.

Toreo en las cercanías a base de muñeca. Dos tandas, una por cada pitón, y las manoletinas finales fueron definitivas para poner ambiente de triunfo. A pesar de que la colocación del estoque no fue buena hubo mayoría de pañuelos para la oreja que paseó.

Pero lo importante de Tomás vino en el quinto, y no sólo por el doble trofeo que logró. Tomás fue la elegancia, la suavidad y el temple, la tranquilidad y, al tiempo, la temeridad. La única manera de cortarle las dos orejas a un toro tan molesto como éste fue esta perfecta conjunción de valores.

Bonitos lances en el saludo y quite por gaoneras como él acostumbra, impávido, vertical y ceñidísimo. Dicho está que el toro no acompañó por su sosería, falta de codicia, por la embestida descompuesta y frenada que tenía y por un desconcertante calamocheo. Aquello parecía imposible.

El mérito del torero fue aguantar en grado superlativo hasta conseguir la continuidad en los viajes. Inmensa torería, con tanto aplomo y lentitud hasta conseguir meter al toro en el canasto. Los derechazos fueron de aquella manera, los naturales, aún de uno en uno, sencillamente inenarrables. Las dos orejas fueron muy celebradas por el torero y su gente, sabedores de que lo de hoy fue algo importante.

"Juli" se lució en su primero con el capote en las verónicas de recibo y en un quite por chicuelinas muy bonito, muy enroscados toro y torero.

La faena de muleta fue sobre todo de arrebato, de más entrega que torería. El toro, codicioso, incansable en la embestida, aportó lo suyo. "Juli" le pegó pases y pases en cadena dejando un poco a lado la elegancia, pero poniendo mucha emoción.

Lo más artístico, los pases de pecho, de mucha usía, echándose el toro por delante de pitón a rabo. Por eso en el inevitable agravio comparativo con Tomás, hubo pañuelos más que suficientes para darle las dos orejas.

El sexto fue toro con muchas teclas, pensándoselo mucho a la hora de tomar la muleta y seguirla. "Juli" recurrió a la raza, a la suya, se entiende, en una faena de mucho esfuerzo en la que hubo sobre todo alardes muy cerca de los pitones.

Faltó limpieza, pero la pasión en el tendido fue total. El estoconazo fue definitivo y así cayeron las dos últimas orejas de la tarde.

El resumen

La ficha

Toros de Garcigrande -segundo y tercero con el hierro de Domingo Hernández, bien presentados y nobles aunque si dar facilidades. Sólo el tercero tuvo verdadera importancia. Al resto les faltó entrega.

Juan José Padilla: pinchazo, estocada corta y descabello (siencio); y pinchazo y estocada tendida (oreja tras aviso)

José Tomás: estocada caída (oreja tras aviso); y estocada desprendida (dos orejas).

Julián López "El Juli": estocada trasera (dos orejas); y estocada (dos orejas).

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde de calor asfixiante.



En la última de feria de Alicante

Novena y última de feria. Casi media. Toros de Albarreal, segundo y tercero devueltos y tres de Hermanos Sampedro (el primero remendaba el encierro titular) y dos lidiados como sobreros en quinto (este cayó fulminado en la faena de muleta) y sexto. El cuarto fue el de más opciones.

Manuel Díaz "El Cordobés", silencio, y oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco por no concederla. Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri", ovación tras leve petición y palmas. Francisco José Palazón, oreja y ovación.

En Burgos durante la Primera de feria. Corrida mixta. Media entrada. Dos toros de San Mateo para rejones, de buen juego, y cuatro de Valdefresno en lidia ordinaria, bien presentados pero con poca fuerza y escasa embestida.

La rejoneadora Noelia Mota, oreja y vuelta. César Jiménez, silencio en ambos. Jesús Martínez "Morenito de Aranda" silencio y oreja.

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