Segunda corrida y VII del abono de Cañaveralejo

Dos merecidas orejas
para Guerrita Chico

Especial:
Enrique Avilán Acosta

Tarde calurosa con lloviznas antes del inicio y tiempo soleado en toda la corrida sin que afectara el viento. Asistencia: Medio aforo, (7.500) Ganadería de Ernesto González Caicedo, encaste Santacoloma Buendía. Apaudidos 1º. Y 5º. Y silenciados los otros cuatro en el arrastre. Se cambió el 6º. por lesión en una de sus manos. Como nota especial, los seis ejemplares siempre se mantuvieron en los medios y ninguno se rajó.

Guerrita Chico: (Palo de rosa y oro con cabos negros), oreja y oreja tras aviso. No salió en hombros por la reglamentación de la Plaza de Cali que exige dos orejas en un toro para recibir ese premio.

Cristóbal Pardo (obispo y oro) silencio y aplausos tras aviso.

Andrés de Los Ríos (carmesí y oro) silencio y silencio.

Ovacionados en banderillas: El matador Cristóbal Pardo en sus dos toros. Alex Benavides, James Peña, desmonterados y Ricardo Santana, aplaudido.

Cristóbal Pardo se afectó de la presión y debió ir a la enfermería al finalizar la lidia del segundo. Regresó para torear el quinto.


Siempre el día de Pascua de Navidad, más hoy que la corrida fue a las cuatro de la tarde, la gente lo piensa para asistir al festejo que prácticamente abre el serial, así sea el séptimo festejo del abono. Este vez no se salió de la acostumbrado aunque, como en nuestro país solemos menospreciar los carteles con toreros colombianos, ese medio aforo puede considerarse como muy aceptable.

En esta ocasión, no se presentaron los tumbos del sábado anterior a pesar que los ejemplares de González Caicedo tenían el mismo peso promedio de los Mondoñedos (487 y 488 kilos) pero los de encaste Contreras, mostraron mucho mayor poder. Los de González Caicedo, quizá, tenían más peso del que deben tener de acuerdo a su encaste Santacoloma y de ahí la diferencia de rendimiento.

Alguien nos dijo que se trata, además del cumplimento de la Ley sobre el peso de los caballos para picar, que hay cierta rivalidad entre dueños de caballos que los traen para ser utilizados en la labor de los varilargueros. Pero nos llama la atención que, cuando de respetar la ley se trata, la Empresa, con muy buen sentido, la exige respetar “a raja tabla”, pero, en cambio, omite cumplir la sugerido por la Ley taurina en cuanto a las salidas a hombros con corte de una oreja en cada toro, por el reglamento local que obliga a dos orejas en un toro. Madrid y las principales plazas del mundo lo hacen. Cali, no.

Breyni Ocampo “Guerrita Chico”, que regresó a Cali luego de dos años de ausencia, enfrentó a Literato no. 39 con 476 kilos de peso, cárdeno, bragado, cornidelantero, saludándolo con una “portagayola” que el toro deslució saliendo desentendido, continuando con cinco verónicas y la media. Llevó al caballo de Luis Vitoria por delantales y el varilarguero agarró vara sostenida. Quites por verónicas. Alex Benavides saludó desmonterado por dos buenos pares.
Brindó al público iniciando por seis por alto y el pase “del desprecio”. Tomó distancia para cinco derechazos y el de pecho que hacen sonar la música. Siguió por derechazos y una tanda de naturales y el remate, circular invertido y dos remates. Estocada contraria en lo alto. Oreja y aplausos al toro.

A Tragahumo, no 42 con 460 kilos, negro mulato, enmorrillado y astiblanco, lo saludo con una larga cambiada, cinco verónicas y la media. Llevó por “chicuelinas al paso” al caballo de Luis Tamayo que colocó una vara delantera y el toro “se durmió en el peto”. Quites por verónicas y larga cordobesa. Buenos pares de Gustavo García.
Brindó a Eduardo Estela Garrido, Presidente de la Fundación iniciando por alto, dos tandas por la mano derecha y remate de pecho que hicieron sonar la música. Tres naturales y el de pecho, el público contento por la labor del caleño. Estocada entera, el toro demora en caer, descabello. Oreja y silencio al toro.

Cristóbal Pardo tuvo a Rancherón, no. 33 con 452 kilos, cárdeno listón, cornidelantero, enmorrillado y no tuvo lucimiento en capote. Llevó por delantales al caballo de Rogelio Cerquera que colocó caída, rectificando la posición. Quites por delantales y remate. Buen tercio de banderillas colocando el tercero “al violín” que emocionó a la parroquia.
Brindó a un miembro de una de las Peñas Taurinas de Bogotá e inició por doblones a un toro soso. Citó a distancia para seis naturales y el forzado de pecho. Algunos pases más pero se mostró con problema de salud que, al final, lo obligó a visitar la enfermería. Estocada tres cuartos algo desprendida. Se supo que sufre de una fuerte migraña que le hace sentir deficiencia en la vista. Silencio a toro y torero.

A Calentado, no.58 con 514 kilos, cárdeno listón, cornidelantero, le ejecutó nueve verónicas y remató con la media. Lo llevó al caballo de Luis Pedroza “Luisín” “por cacerinas al paso”. Vara fuerte que rectificó, quites por Navarras y desplante. Otro tercio de banderillas con realizaciones variadas, concluyendo con un par “al violín” y estalló al aplauso.
Brindó al público y saludó con dos tandas por la mano derecha y sonó la música. Cinco derechazos, algunos trompicados, otros faltos de temple en faena poco ligada y con varios “unipases”, manoletinas, siete pinchazos, aviso y dobló. Aplausos a toro y torero.

Andrés de Los Ríos.- No fue la tarde de suerte para el manizalita. Con Bambuquito no. 33 y 498 kilos, cárdeno oscuro, cenizo, cornidelantero, bragado, ojalado, dibujó cinco verónicas y la media. Llevó al caballo de Cayetano Romero y el toro empujando. James Peña saludo desmonterado y Ricardo Santana ovacionado.
No brindó y lo inició con doblones cerca a tablas, dos tandas por la derecha y luego siete naturales y el de pecho en tanda que justamente sirvió para que lo levantara sin consecuencia. Otros se¡s naturales ajustados. Dos pinchazos y media estocada. Silencio a toro y torero.

Ebanista, no. 37 con 524 kilos salió con lesión en una mano y la Presidencia decidió cambiarlo. A Amable, no 51 con 470 kilos, cárdeno tocado de pitones, cariavacado lo saludó con cuatro verónicas y el ejemplar mostrándose flojo de remos. Rafael Torres trata de picarlo y el ejemplar huye. Cayetano Romero, a favor de querencia, le tapa la salida y agarra vara. Buen par de Santana que se aplaude.
No brindó, inició en los medios por alto, pero solo logró unos cuantos “unipases” porque el toro no daba para ligar faena. De todas maneras, no fue el torero enjundioso que hemos visto cortando cuatro orejas en su alternativa. Terminó de estocada tres cuartos y una entera. Silencio a toro y torero.