La Comisión Taurina del municipio venezolano de Tovar falló hoy los trofeos en disputa de la Feria de Nuestra Señora de la Regla, celebrada entre 10 y 13 de septiembre pasados en esta población andina de Venezuela. El matador de toros español Antonio Barrera fue proclamado triunfador de la Feria. El venezolano Cesar Venegas fue galardonado con el trofeo a la mejor faena de la Feria. El trofeo para la mejor estocada fue para el venezolano Rafael Orellana. El premio al mejor novillero fue declarado desierto. Como mejor ganadería fue elegida la venezolana Los Marañones. El mejor toro fue "Tovareño", de la ganadería nacional de Rancho Grande. Mejor Picador: Fermin Cayetano Pastor. Mejor Brega: Henrry Belandria "Piedrita". Mejor par de banderilla: Henry Belandria "Piedrita" todos venezolanos.
Una espectáculo de lo más abominable con una corrida de toros podrida de Juan Pedro Domecq echó por tierra cualquier mínima opción por parte de los toreros, hoy en Salamanca.
Toros de Juan Pedro Domecq, desiguales de presencia, flojos y desrazados. Los seis apenas se desplazaron. Corrida infame e imposible.
José Antonio "Morante de la Puebla": estocada corta, perpendicular y caída (división de opiniones); y estocada casi entera (silencio).
David Fandila "El Fandi": pinchazo, estocada y descabello (ovación); y pinchazo, estocada corta y tendida, y dos descabellos (ovación).
José María Manzanares: estocada con vómito (silencio); y bajonazo y estocada (silencio).
La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde de nubes y claros, frío y viento.
"JUAMPEDRADA" DE VERGÜENZA
Una voz desesperada clamó desde las alturas cuando el espectáculo llegaba a su fin: "¡dale la muleta al ganadero, que también sabe torear!". Resumía el fiasco de tarde. La tomadura de pelo, la desvergüenza, la provocación por tan triste, vergonzoso y vergonzante espectáculo, cuyo punto de partida fueron los toros de Juan Pedro Domecq. ¿Los toros?, mal dicho.
Los "juampedros" no llegaban a toro, eran semovientes, mulos con cuernos. Nada que ver esta raza con la que llaman de sangre brava.
Pero no pasa nada aparentemente. Porque viene de lidiar en Valencia, Sevilla, Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, Valladolid, Palencia... y pasado mañana toca Albacete. Y suma y sigue. Ése es el toro que traen las figuras bajo el brazo. El toro que no dice nada, o en todo caso que hace de la corrida un espectáculo descafeinado, sin sentido. Algo abominable.
¿Y hasta cuando hay que aguantar así?, seguirá preguntándose la frustrada voz de las alturas. Es fácil: habrá "juampedros", sucedáneos de toros, hasta que los taurinos quieran. Precisamente ellos, que viven de este negocio, se lo cargan a pasos agigantados. ¡Con qué desprecio tratan al público!. Les importa un bledo que hoy, y mañana, y pasado, el aburrimiento se enseñoree en todo.
Lástima de tradición, de afición y devoción. Tantos años, hasta siglos, de liturgia y fundamento taurino reflejado a través de expresiones culturales, poesía, escultura, música. Todas las bellas artes han tenido el toreo como fuente de inspiración. Pero no éste, otro toreo, no la bazofia que así se presenta y se ofrece, cúmulo de desvergüenzas.
¿Qué hubiera pasado si el presidente devuelve el primer inválido como le pidió el tendido insistentemente, y así los otros cinco siguientes. Entre la expectación por ver a "Morante", siempre esperado y deseado, y el enfado por haber mantenido en el ruedo la porquería de toro, allí no pasó nada. Pitos en el arrastre.
Y entre indecisiones, dejando intervenir mucho a la cuadrilla, "Morante" tampoco se comprometió en el cuarto, en un trasteo sin emoción ni estética, en el que abundaron enganchones y desarmes. Otro toro pitado.
Al "Fandi" se le agradeció el esfuerzo en los dos de su lote, aunque sin resolver nada. Ni siquiera con las banderillas estuvo como otras veces.
Se mantuvo en pie y se desplazó algo más el que hizo segundo. Y "El Fandi" por allí, también con sus limitaciones artísticas. No pasó nada de relieve. Y en el quinto, de rodillas toro y torero en la apertura de faena, fue el colmo de la pantomima. Medias arrancadas y cabezazos. Ni música, con lo fácil que es la banda aquí.
El primero de Manzanares estuvo más tiempo en el suelo que de pie. La bronca fue monumental.
El último no podía con su sombra, defendiéndose, descompuesto. Otro trasteo al garete. Qué tarde de toros más triste.
El torero español Manuel Jesús "El Cid", que recibió hoy el alta hospitalaria tras sufrir dos cornadas graves el día 10 en la localidad española de Navalcarnero (Madrid), afirmó que está "mucho mejor" y que necesita "guardar mucho reposo", pero que desea torear en cuanto le sea posible.
"El Cid" ya está en su domicilio de la localidad de Salteras, en la provincia andaluza de Sevilla (suroeste), adonde fue trasladado tras recibir hoy el alta médica.
"Estoy mucho mejor, la verdad. Sobre todo he notado un gran alivio cuando me han quitado el drenaje del pulmón, pues lo tenía en la espalda y era muy doloroso e incómodo, no me dejaba descansar", declaró el diestro sevillano.
"El Cid" sufrió una cornada en el muslo derecho y otra en el hombro izquierdo, de pronóstico grave, por lo que fue operado en la misma enfermería de la plaza, el día 10.
Según el torero, la herida de la pierna sigue su curso y va muy bien, pero la que más problema le está dando es la del hombro.
"Los médicos me han dicho que los pulmones están perfectos, pero que necesito tiempo para recuperarme y sobre todo guardar mucho reposo, ya que las costillas rotas están sueltas y no paran de moverse. Cualquier movimiento brusco hace que me duela mucho. Toser o estornudar me hace ver las estrellas", relató "El Cid".
También puntualizó que su intención es "ver cómo se va desarrollando la recuperación" y, a partir de ahí, "decidir volver en una fecha u otra posterior, sin dar fechas para no crear falsas expectativas".
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