lunes, 14 de septiembre de 2009

Toros Tovar


TOROS-VENEZUELA


Dos orejas y puerta grande para Orellana

en cierre de la feria de Tovar











El torero venezolano Rafael Orellana cortó dos orejas y salió a hombros por la puerta grande en la cuarta y última corrida de la Feria de la Virgen de Regla que se celebró hoy en la localidad de Tovar, en los Andes venezolanos.

El mexicano Federico Pizarro cortó una oreja pero el colombiano Paquito Perlaza y el rejoneador nacional Francisco Javier Rodríguez tuvieron la suerte de espaldas.

Se lidiaron siete toros nacionales, el primero de Campo Pequeño para rejones y los restantes de los Marañones bien presentados y de diferente comportamiento. Destacaron tercero y cuarto.

La plaza registró más de tres cuartos de entrada.

Rodríguez tres avisos.

Pizarro saludos desde el tercio y oreja.

Perlaza silencio y ovación.

Orellana dos orejas y vuelta al ruedo.

El caballero Rodríguez dejó en los lomos del que abrió plaza dos pares de farpas y uno de banderillas que cambió por tres "tarrascadas" en las ancas de su equino. Varios intentos con el rejón de muertes el sobresaliente se eternizo pinchando y le sonaron los tres avisos.

Pizarro lanceó con gusto hasta los medios donde remató con tres delantales y airosa rebolera. Colocó al zancudo marañón en el caballo y se lució al sacarlo en quite por "tapatías". Brindó el toro de su debut en Venezuela al público y realizó asentada faena sobre la derecha antes de que buscara las tablas donde lo finiquitó de dos pinchazos y estocada hasta las cintas.

Al cuarto lo sujetó con esplendorosas verónicas que jalearon dos veces. Fue al caballo y al sacarlo de la segunda vara se ciñó en quite por chicuelinas. Se lo brindó a su apoderado en Venezuela, al matador de toros retirado Otto Rodríguez.

Comenzó con seis muletazos de rodillas hasta el platillo donde abrochó con un largo pase de pecho, y en jundioso trasteo con largas y templadas series por naturales derechazos y adornos, lo mató con garbo de estocada y certero descabello, oreja a ley.

Perlaza estuvo aseado con la capa en su primero, emotiva y bullidora faena de muleta sobre la izquierda al compás del pasodoble que caldeó los tendidos con pases de todas las marcas, mató de pinchazo y estocada de "metisaca".

En su segundo jugó los brazos con soltura al recibirlo de capa, aseada faena de mas a menos rematada con impecable estocada que lo tiró sin puntilla.

Con lances a pie juntos y abriendo el compás saludó Orellana a su primero. Le brindó el toro al pelotero tovareño Oswaldo Sosa que ocupaba una barrera con mayestáticos estatuarios en los medios y largas tandas de naturales y derechazos que pusieron a todo el público de pie.

Plasmó la faena de la tarde, atacó en corto y por derecho con la espada enterrándola hasta los gavilanes, recibiendo dos merecidas orejas.

Al que cerró la feria lo recibió con faroles de rodillas, apretados lances de los que salía suelto. Se lo brindó al beisbolista venezolano David Concepción, buen aficionado a la fiesta. Con muletazos sobre la pierna, lo llevó hasta el centro de la arena, el toro se rajó y se fue a tabla. Jugándosela le sacó todos los pases que tenía. Lo mató de estocada fulminante y cerró la feria con una triunfal vuelta al ruedo.

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