domingo, 24 de julio de 2011

"Juli" y Torres Jerez, a hombros en el fin de feria

Los toreros Julián López "El Juli", que cortó tres orejas, y Francisco Torres Jerez, que paseó dos, salieron a hombros en el último festejo de la feria de Santa Ana, celebrado en la localidad almeriense de Roquetas de Mar.

Ponce llevó a cabo una primera faena de exquisita elegancia y plástica sobre todo por el pitón derecho. Cortó un apéndice.

El remiso cuarto no le dejó a Ponce hacer nada, más que estar en los detalles.

"El Juli" tuvo que tirar de técnica y oficio para exprimir al máximo a su noble pero flojo primero, al que toreó muy despacito a media altura, lo que le valió un apéndice.

Con el quinto llegó lo bueno. Una faena de mando y dominio, de largura, temple y mano baja. "El Juli" en estado puro. Cortó las dos orejas.

Torres Jerez sorteó en primer lugar un toro áspero y complicadito con el que estuvo solvente y capaz para hilvanar una interesante labor que le permitió "tocar pelo".

En el sexto salió Torres Jerez a por todas para lograr una faena voluntariosa que, como tuvo rúbrica a la primera con la espada, le facilitó el trofeo para estar en la Puerta Grande.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Zalduendo, terciados, mansos y justos de fuerzas, en general de poco juego.

Enrique Ponce, oreja y ovación.

Julián López "El Juli", oreja tras aviso y dos orejas.

Francisco Torres Jerez, oreja y oreja.

La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en tarde de calor.

"Paquirri" corta un rabo y sale a hombros

con Víctor Puerto y Uceda Leal

Los matadores Víctor Puerto, Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri" y Uceda Leal salieron a hombros de la localidad manchega de La Solana, en el centro de España, tras repartirse ocho orejas y un rabo.

Uceda Leal bordó el toreo por momentos en La Solana. Destacó tanto con capote, como con muleta y, por supuesto, con la espada. Lo más completo llegó en su primero, al que cuajó una completa lidia que supuso el cénit artístico de la tarde-noche.

Víctor Puerto anduvo en corte serio, con buenas fases aisladas de toreo al natural a su primero y una firmeza de plantas notable ante su soso segundo.

Rivera Ordóñez anduvo en su aire indolente, fácil y sin sentimiento. Al menos malo de la tarde, su segundo, lo pasó de muleta con abundancia de circulares y enganchones. Sin embargo, una estocada a la primera y una buena "venta" de su quehacer a los tendidos le valió para cortar el rabo.

El rejoneador Álvaro Montes estuvo digno, clavando mejor los pares "al violín" y las cortas del tramo final de faena,. Su fallo con el rejón de muerte ha restado a la hora de sumar trofeos.

FICHA DEL FESTEJO.- Un toro de "Los Pilares" para rejones, noble, y seis de Albarreal para lidia a pie, desiguales de hechuras y pobres de pitones, nobles aunque muy sosos. Algo mejor el quinto, al que se le concedió la vuelta al ruedo.

El rejoneador Álvaro Montes, oreja.

Víctor Puerto, dos orejas y dos orejas.

Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri", ovación, y dos orejas y rabo.

Uceda Leal, dos orejas y ovación.

La plaza tuvo dos tercios de entrada.

Leonardo Hernández

En Valencia como en casa

La plaza de toros de Valencia (este) despidió con una buena entrada en el festejo de rejones su Feria de Julio. Triunfó con fuerza Leonardo Hernández abriendo la última puerta grande del ciclo dejando patente que se le da de maravilla la capital del Turia.

Pudo acompañarle Sergio Galán, pero marró con el rejón de muerte.

En el último festejo de la Feria de Julio, el de la resaca de la resurrección tomasista, el joven jinete extremeño Leonardo Hernández volvió a triunfar en una plaza que se le da de maravilla y a la que parece tener cogida la medida.

Cortó una oreja de cada toro y salió a hombros.Ante su primero Leonardo se dejó llegar al astado de Capea hasta los mismos pechos de las monturas y destacó en un vibrante tercio de banderillas montando a Oh-31 y Quieto.

Mató de manera eficaz aunque el rejón cayó un tanto desprendido paseó el primer trofeo.

Con el quinto la faena fue más laboriosa pero acabó resultando igual de aclamada. Esta vez Verdi y Xarope, este en el último tercio y con el colocó un gran par a dos manos, fueron los encargados de dar el espectáculo.

El fulminante rejonazo le abría la puerta grande, negándole el palco una segunda oreja que fue pedida con mucha fuerza.

El mal uso del rejón de muerte en los dos toros de su lote emborronó la buena actuación de Sergio Galán, que sustituía al lesionado Andy Cartagena.

Al toro que rompió plaza lo paró de manera magistral montando a Uranio y con Apolo brilló sobremanera montando a Mago.

Brilló de nuevo ante el cuarto, ahora muy bien atemperado de salida con Amuleto y que con las farpas cuajó con Vidrié pero sobre todo con Capea, en los emocionantes galopes a dos pistas y los comprometidos terrenos que pisó. Volvió a marrar con los aceros.

Completaba la terna el alicantino Manuel Manzanares, que con menos oficio que sus compañeros, tuvo las virtudes de la entrega, la disposición y el querer hacer las cosas bien.

Torero de monta clásica y buen concepto al que hay que esperar, dejó lo mejor de su particular tarde ante el sexto montando a Farruquito y Mazzantini.

Otro de la dinastía

Silveti se despidió de novillero

con una vuelta al ruedo

El mexicano Diego Silveti dejó muy buena imagen en la tarde de su despedida de novillero en Madrid dando una vuelta al ruedo en su primero y jugándosela con valor en el otro.

El viejo tópico en el que se escudan muchos toreros que no tienen su tarde en Madrid hoy se cumplió de verdad: "para esta plaza se necesita un toro que 'transmita' más". Y esto es lo que pasó, una novillada tan noble como extremadamente sosa. Así no se puede. Si no hay emoción en el ganado, imposible que haya gloria para el torero.

Y de todos los actuantes, el que más cerca estuvo de triunfar fue el mexicano Silveti, que se justificó de sobra con el bonancible pero muy flojo segundo, que se quedaba corto de viaje, y al que supo dosificar muy bien en series cortas de medios muletazos templados, limpios y ligados sobre todo por el pitón derecho.

La clave para que el animal aguantara hasta el final fue no obligarle demasiado, darle sus tiempos y respiros. No fue una faena rotunda, pero si bonita, pues a parte de detalles interesantes que dejó, se vio el oficio y asentamiento de este mexicano, al que se le vio muy fácil y a gusto.

Bernadinas finales de extraordinario ajuste; y aunque pinchó antes de cobrar la estocada final, el público -muy amable en este tipo de festejos nocturnos- le pidió la oreja, pero el presidente se cerró en banda y tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo.

El sobrero que hizo quinto fue otro cantar. Un novillo corraleado y huidizo de salida, que pegaba arreones de manso y sin atender a los toques. Fruto de esta desobediencia llegó a arrollar a Silveti en el capote, por fortuna, sin mayores consecuencias.

Y menos mal que llevó un fuerte puyazo que le bajaron los humos para la muleta, pues en el último tercio se volvía en un palmo, mironcete y echando la cara arriba.

Estuvo valiente Silveti con él, sorteando tarascadas y gañafones. Lo más artístico surgió al natural y los emotivo en el arrimón en las postrimerías pegado a tablas, con el novillo ya "rajado" y desfondado.

A Escribano le correspondió en primer lugar un novillo que tuvo sus dificultades, pues a parte de que no humilló nunca, remataba los viajes pegando un tornillacito y venciéndose por el pitón izquierdo.

Lo intentó el torero fundamentalmente a derechas, pero tampoco llegó a acoplarse del todo, y por si fuera poco a punto estuvo de ser cogido, al sufrir una colada al rematar una serie con un pase de pecho. Todo quedó en un susto, pero este pasaje fue el más destacable de toda la faena.

Tampoco tuvo suerte Escribano con el cuarto, novillo noble y apagado a partes iguales, con el que lo intentó de mil maneras, pero la falta de chispa en el animal, que se quedaba cada vez más corto, lo condicionó todo. Un final entre los pitones y un desplante antes de montar la espada fue lo más aplaudido de su labor.

Al debutante Alcalde se le notó muy nuevo todavía. No tiene malas formas, pero pudo pesarle la responsabilidad de torear en Madrid.

En su primera faena, aunque puso ganas, le faltó ajuste, seguridad y sobre todo "alma". Cierto que el novillo no fue gran cosa, pues aunque fue noble, se movió sin clase ni "transmisión". Pero al sumar estas dos premisas, hizo que el tendido viviera esta labor con suma frialdad.

Y más de lo mismo con el sexto, un sobrero de La Constancia, que a la postre fue el más potable de toda la novillada. Alcalde estuvo afanoso pero de nuevo se le vio lo verde que está. Esta vez conectó más con la gente, pero aún así sin decir gran cosa.

FICHA DEL FESTEJO.-

Cuatro novillos de Guadalest y dos sobreros -quinto y sexto, éste al ser devuelto el tercero y correrse turno- de "La Constancia". Novillada bien presentada y de bonita lámina, noble pero mansurrona, sosa y justa de fuerzas. Los más toreable, el segundo, aunque le faltó empuje, y el sexto.

Cristian Escribano: estocada baja (silencio); y estocada caída al encuentro (ovación).

Diego Silveti: pinchazo y estocada (vuelta tras petición); y pinchazo, otro hondo, nuevo pinchazo y estocada (ovación tras aviso).

Mario Alcalde: pinchazo y estocada (silencio tras aviso); y estocada (ovación tras aviso).

La plaza tuvo media entrada en tarde-noche agradable.

Puerta Grande para Perera, y oreja al "Fandi"

Miguel Ángel Perera, que cortó una oreja de cada toro de su lote, salió a hombros de la Monumental de Barcelona (este), en un festejo en el que "El Fandi" paseó también un apéndice.

"El Cid" llevó a cabo una faena templada a su incómodo primero, que no terminó de humillar y tomaba los engaños con un molesto calamocheo. Puso voluntad el sevillano, que, pese a que su labor no llegó a coger vuelo, fue ovacionado.

El cuarto tampoco fue gran cosa. "El Cid" aquí solventó la papeleta sin más.

Al "Fandi" le correspondió un primer toro manso y remiso a embestir, con el que se lució tanto con el capote como con las banderillas, pero nada pudo hacer en el último tercio.

El quinto tuvo mejor son, y en consecuencia "El Fandi" estuvo mejor. Bien de nuevo con el capote, lo mejor fueron una vez más las banderillas. Con la muleta conectó rápido con los tendidos en una labor efectista que le valió un apéndice.

Perera anduvo sobrado frente a su flojito y soso primero, al que cuidó mucho para posteriormente llevar a cabo un trasteo basado en el temple, la limpieza y la ligazón. Bien el extremeño, que mató a la primera y cortó una oreja.

Otra oreja más paseó del incómodo sexto, con el que hizo un notable esfuerzo para cuajar una faena de mando y firmeza, sobre todo por lo que expuso Perera. Mató de nuevo al primer envite con la espada, y para él la Puerta Grande.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de Torrehandilla y uno -el sexto- de Torreherberos, bien presentados y de poco juego.

Manuel Jesús "El Cid": estocada (ovación tras fuerte petición); y estocada (palmas).

David Fandila "El Fandi": pinchazo, estocada tendida y descabello (silencio); y estocada (oreja tras aviso).

Miguel Ángel Perera: estocada (oreja); y estocada (oreja tras aviso).

En la enfermería fue atendido el banderillero David Saugar "Pirri", de la cuadrilla de "El Cid" de "contusión por varetazo en la cara interna de la rodilla derecha, de pronóstico leve".

La plaza tuvo media entrada en tarde nubosa y fresca.

"El Capea" cortó cuatro orejas

y un rabo en Ciudad del Carmen

El diestro español Pedro Gutiérrez Lorenzo "El Capea" fue el triunfador al cortar cuatro orejas y un rabo en la corrida celebrada en Ciudad del Carmen, en el sureste de México, para salir a hombros entre aclamaciones.

El salmantino alternó con los mexicanos Alejandro Amaya, que cortó una oreja, y Octavio García "El Payo", que por pinchar perdió trofeos.

Con media entrada en los tendidos, se lidiaron seis toros de Teófilo Gómez, bien presentados y magníficos. El quinto fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El ganadero José Roberto Gómez también dio la vuelta al ruedo junto con "El Capea".

Amaya, con el primero, estuvo en artista y cortó una oreja. Fue ovacionado en el cuarto.

"El Capea" tuvo un triunfo redondo: dos orejas del segundo y se superó con gran faena al quinto para obtener dos orejas y rabo. Salió a hombros de la plaza.

"El Payo", muy bien toreando, pero pinchó tanto en el tercero como en el sexto y fue aplaudido en ambos

Cordobés, Paquirri y Fandi

por la Puerta Grande

Los diestros Manuel Díaz "El Cordobés", Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri" y David Fandila "El Fandi" resultaron triunfadores en el festejo nocturno celebrado en Atarfe (Granada, sur) tras repartirse nueve orejas.

Se lidiaron toros de Gerardo Ortega, que sustituyeron a los anunciados de "Los Azores", terciados, bajos de raza y muy flojos.

Manuel Díaz "El Cordobés", dos orejas y oreja.

Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri", dos orejas y palmas.

David Fandila "El Fandi", dos orejas y dos orejas.

Antes de romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Carmen Ordóñez, madre de Francisco Rivera Ordóñez, en el séptimo aniversario de su fallecimiento.

La plaza tuvo dos tercios de entrada en noche agradable.

Rejoneadores tocan rabo en

Sanlúcar de Barrameda

Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Manuel Manzanares han cortado hoy un total de nueve orejas y tres rabos -en este caso uno cada uno- en el festejo de rejones celebrado hoy en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda (sur).

Se lidiaron toros de Castilblanco, bien presentados y de juego desigual.

Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y dos orejas y rabo.

Diego Ventura, oreja y dos orejas y rabo.

Manuel Manzanares, ovación con saludos y dos orejas y rabo.

Pablo Hermoso, con gran maestría, ha regalado al público dos hermosas faenas, muy en su estilo, mientras que Ventura siempre estuvo entregado y espectacular, apretando mucho en los embroques, y Manzanares, que debutaba en la plaza, dio una buena impresión al querer hacer todo con elegancia y buen gusto, y sólo le faltó el oficio necesario.

La plaza registró media entrada en tarde agradable.

Jiménez Fortes con cornada

gravedad en tarde de silencio

La cornada que sufrió el novillero Saúl Jiménez Fortes es lo más noticiable del festejo que abrió la Feria de Santiago de Santander (norte de España), en una tarde de seis silencios para la terna, en tanto se aplaudieron los arrastres segundo, quinto y sexto.

Lo mejor, el ambiente. Santander está espléndida, y su plaza de toros, cuidada en todos los detalles, es un ejemplo de recinto taurino con solera y encanto en el siglo XXI. Aunque en el ruedo no salieron las cosas.

Hubo de todo. Tres novillos de buena condición. Y cosas aisladas de los tres novilleros, sin embargo, ninguno redondeó nada importante. La peor parte se la llevó Jiménez Fortes, cogido de muy fea manera en las postrimerías de la faena a su segundo.

Precisamente cargó Jiménez Fortes con el peor lote. El que abrió plaza no terminaba de pasar. Un fuerte topetazo contra la barrera y un duro puyazo abundaron en la mala condición del astado, con el que a pesar de todo no se rindió tan fácilmente el novillero, en busca de lo imposible.

El cuarto fue si cabe más complicado. Encelado en el caballo y doliéndose en banderillas, llegó a la muleta sin fijeza y con medias y descompuestas arrancadas. Hizo hilo como se dice en la jerga cuando embiste pegajoso y al bulto. Y no perdonó errores. En un descuido llegó la voltereta y la cogida.

Barrio cumplió una actuación con notables altibajos. Buenos lances en el recibo a su primero, que descolgó pronto, señal de su buena condición.

Su actuación con la muleta tuvo fases importantes, alternando las dos manos en series con pases de trazo firme y sentido. Sin embargo, le faltó un tramo más a la faena. Y le faltó sobre todo buena rúbrica con la espada.

El quinto regaló también buenas embestidas por el pitón derecho. Barrio lo toreó con cierta estética, pero sin ajuste. Entró a matar sin haber tocado la mano izquierda. Y tampoco anduvo fino esta vez con los aceros.

Mario Alcalde salió muy dispuesto en el tercero, novillo que se movió mucho y sin obedecer. La falta de fijeza del animal, que embestía pegando "arreoncitos", se tradujo en una espectacular voltereta, por fortuna sin mayores consecuencias.

El sexto, en cambio, tuvo más bondad. Aún sin humillar del todo, se desplazó más claro por los dos pitones. Aquí Alcalde no llegó a centrarse del todo.

Novillos de "La Quinta", bien presentados y de juego desigual. Hubo tres y tres, los mejores, segundo, quinto y sexto.

Jiménez Fortes: estocada (silencio). Cogido por el cuarto, a éste lo remató Barrio de metisaca y casi entera caída (silencio).

Víctor Barrio: pinchazo, estocada que asoma y tres descabellos (silencio tras aviso); y media delantera y perpendicular, pinchazo, estocada y cinco descabellos (silencio tras aviso).

Mario Alcalde: estocada baja (silencio); y metisaca, estocada, dos descabellos y otra estocada (silencio).

En la enfermería fue operado Jiménez Fortes de "una cornada en la región perineal que afecta al orificio anal con trayectoria ascendente hasta la pelvis de entre 20 y 30 centímetros", de pronóstico grave. Tras la intervención fue trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde quedó ingresado.

La plaza se llenó en tarde soleada y agradable.

Manzanares impone su ley

en la tarde de las figuras

José María Manzanares impuso su ley en la "tarde de las figuras" de la presente Feria de Julio de Valencia (este), en la que alternó con Enrique Ponce y Julián López "El Juli", y consiguió cortar una oreja a cada ejemplar de su lote gracias a sendas faenas de intensidad y genio.

Se le escapó a Manzanares el triunfo en la pasada Feria de Fallas por entrar a matar recibiendo, pinchó al aplicar la misma receta al primero de su lote y a punto estuvo de ver cómo le volaban de la cartera los trofeos precisamente por lo mismo, pero fue precisamente su testarudez, su apuesta al todo o nada, lo que le abrió hoy la puerta grande del coso de la calle Xàtiva.

El alicantino hizo gala hoy de una profunda maestría en sus dos actuaciones para imponerse al resto de la terna, dos pesos pesados del escalafón que, sin embargo, hoy fallaron con los aceros y se vieron claramente superados.

Con el primero de su lote, un ejemplar escaso de romana y alto de agujas pero con movilidad, Manzanares transmitió comodidad en la cara del toro pese a las constantes miradas y derrotes, que especialmente por el pitón izquierdo, le pusieron las cosas complicadas.

Fue una faena muy templada, de mando, que tuvo más frescura en una breve tanda al natural, pero que ganó en consistencia sobre la mano derecha.

Entró a matar recibiendo y, tras pinchar, lo volvió a intentar sin arrugarse ante la falta de fijeza de su enemigo, y el público premió su arrojo y testarudez con una oreja.

Idéntico final tuvo la lidia del sexto, aunque esta vez sin el pinchazo previo y con la dificultad añadida de estoquear a un toro completamente amorcillado en las tablas.

La faena al que cerró plaza tuvo mayor profundidad que la anterior, y es que "Rancherito", sin humillar demasiado, ofreció un viaje largo que propició el lucimiento al natural. Además, Manzanares pudo disfrutar del silencio que no hubo ayer en los tendidos, y eso que solo se registró media entrada.

El animal, no demasiado batallador, se fue rajando de forma ostensible y obligando al diestro a hacerlo prácticamente todo, hasta que en un impulso desesperado se le oyó gritar "¡Ven aquí, hombre!", y se fue corriendo de nuevo a la cara del toro para "robarle" un par de muletazos más.

Y ese fue precisamente su mayor mérito, la testarudez e insistencia con la que persiguió el triunfo, por encima de las dificultades de sus enemigos, que no fueron pocas.

El Juli anduvo hoy muy desacertado con la espada, pero nada más se le puede reprochar al madrileño que dejó patente su enorme nivel técnico y su gran entrega frente a dos ejemplares complicados.

Al segundo, andarín y despistado, le dejó la muleta en la cara para someterlo con templanza; y al quinto, de áspera embestida y muy peligroso, le bajó la mano y le obligó hasta retorcerlo. El público agradeció la disposición del madrileño.

El valenciano Enrique Ponce ventiló rápido al primero, un ejemplar que apenas tuvo recorrido y que además se revolvía demasiado rápido como para dejarle componer la figura, y ofreció una faena larga, marca de la casa, con el cuarto, al que fue dulcificando a base de derechazos.

El de Chiva (Valencia) supo dosificar las fuerzas del toro, adornarse con buenos cambios de mano y rematar con dos series en redondo, una lidia muy técnica que bien podría haber sido merecedora de algún trofeo de no haber pinchado.

Se lidiaron tres ejemplares con el hierro de Domingo Hernández y tres con el de Garcigrande (por este orden) muy desiguales de presentación y juego. El tercero fue muy protestado por sus hechuras anovilladas.

Enrique Ponce: Media estocada trasera y descabello (silencio); y pinchazo, media tendida y descabello tras dos avisos (palmas).

Julián López "El Juli": pinchazo hondo y estocada (palmas); y dos pinchazos y tres descabellos (palmas).

José María Manzanares: pinchazo y estocada tras un aviso (oreja); y estocada baja tras aviso (oreja).

En cuadrillas destacaron Juan Trujillo y Luis Blázquez, que saludaron tras banderillear al sexto.

La plaza registró lleno de no hay billetes en una tarde nublada y con viento.

Sergio Flores recibe

el alta clínica en España

El novillero mexicano Sergio Flores, herido de gravedad con cinco cornadas, una de ellas en el cuello, el pasado domingo en Las Ventas, ha recibido hoy el alta clínica, aunque deberá "guardar reposo en casa hasta que los doctores le autoricen para torear".

Flores se encuentra "mejor" físicamente, aunque aún se encuentra "un tanto dolorido", pues a parte de las cinco cornadas que sufrió, "tiene un pequeño derrame en el pulmón y un traumatismo intestinal que debe cuidarse mucho para que no surjan complicaciones", apuntó Pedrosa.

"Los doctores le han recomendado que no haga muchos esfuerzos, que siga con la medicación que le han puesto y que beba mucha agua para que no surja ningún problema renal", apostilló el apoderado.

Otro paso más para este joven torero nacido en Tlaxcala (México) pero afincado en Valdemorillo (Madrid) es que "desde esta misma mañana ha comenzado a ingerir alimentos sólidos, las heridas van cicatrizando bien, va recobrando fuerzas y se encuentra mucho más animado", señaló Pedrosa.

No obstante, aún no hay fecha para su reaparición. Todo dependerá de "cómo le vea doctor Padrós -cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas-, el domingo, y de los resultados de las dos placas costales que le realizarán el próximo jueves en la Clínica de la Fraternidad", finalizó.

El percance de Flores se produjo al ser arrollado por su segundo novillo, de Javier Molina, en la apertura de faena de muleta, toreando sobre la derecha. El mexicano fue cogido de lleno, por sorpresa, al arrancarse el animal sin atender al cite.

Fue derribado al tiempo de recibir una primera cornada en el muslo derecho, y ya en las demás cornadas, en el cuello y en el escroto.

la enfermería de Las Ventas fue operado Flores de cinco cornadas: "una en la cara lateral izquierda del cuello con trayectoria de 15 centímetros hacia dentro que contusiona la arteria carótida común, la tráquea y venas yugulares".

"Otra en el tercio inferior de la cara interna del muslo derecho, de 15 centímetros que afecta a piel y tejido celular subcutáneo. Otra más en el muslo derecho, de 5 centímetros que afecta a piel y tejido celular subcutáneo. Y otra en escroto y pene. Pronóstico grave".

Por culpa de este percance Flores se ha perdido la novillada del pasado martes en Valencia, y no podrá actuar tampoco mañana en Santander.

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